Sanlúcar la Mayor en el Siglo XX

Un estudio de investigación para su conocimiento cultural a través de la memoria oral transmitida por sus pobladores así como las investigaciones de historiadores que aportaron un mayor conocimiento de nuestra cultura y que aportaron un mayor beneficio para Sanlúcar la Mayor.

domingo, 30 de agosto de 2020

Vendedores de canastos en Sanlúcar la Mayor( altramuces)

 

Vendedores de canastos en Sanlúcar la Mayor( altramuces)

Javier Gil Castaño,hijo de Javier y Josefa
Nació el 4 de octubre 1926,a los 7 años (1933) muere su padre y se puso a trabajar guardando cabras de Pepe "el gato" ganaba 7 gordas, vendió con su canasto al brazo los altramuces, salaítos y dulces,  en la puerta de nuestra estación de Renfe.Era un pregón --- ¡ Los altramuces, salaítos y dulce¡ Y cuando compraban altramuces siempre había quien decía el otro nombre por el que se les conocía, el prohibido, el maldito, el pecaminoso, chochos, y risas secretas. La verdad es que los altramuces tenían mucha leyenda negra.



-- No compres altramuces,que se mea en el agua...Pero aunque se meara en el agua, estaban tan ricos..., despachaban los altramuces con un cazo de madera que tenía en el fondo unos agujeros para que chorreara el agua,tenía dos medidas. Cada medida, una perra chica, cinco céntimos. Dos medidas, una gorda, diez céntimos.



La chica,la gorda,los dos reales,la peseta,el duro......

Antigua estación  1880
Estación Actual 2020
 
A los 10 años entra de chanca en la finca de Don Felipe de Pablo Romero y Llorente a la que iba andando con una alpargatas viejas desde Sanlúcar a la finca , ganaba una hogaza de pan diaria y una cuarta de aceite y otra de vinagre al mes , luego estuvo arando la tierra en el cortijo ganando 6 o 7 pesetas hasta los 16 años, a lo que se dedicara a la venta de pescado en huevar durante 40 años.

Estando trabajando de chanca Javier Gil Castaño en el año 1940 con tan solo 14 años, se encontraba cercano al momento que encerrando toros para una corrida del famoso torero Domingo Ortega,vio como Pedro Morales  "Sanluqueño saludaba al diestro y al dueño del cortijo Don Felipe de Pablo Romero al que solía visitar de tarde en tarde interesándose por la salud de Don Felipe de Pablo Romero y Llorente, hasta  1943 que moriría, dejando como herederos  a sus hijos Felipe y Luis.

El hombre pobre que comía altramuces.
Dos hombres fueron muy ricos.De estos dos hombres el uno de ellos llegó a tan gran pobreza que no fincó en el mundo cosa que pudiese comer. Y desde que hizo mucho por buscar alguna cosa que comiese, no pudo haber del mundo sino una escudilla de altramuces. Y acordándose de cuando rico era y solía ser, que ahora con hambre y con mengua había de comer altramuces que son tan amargas y de tan mal sabor, comenzó a llorar muy fieramente, pero con la gran hambre comenzó a comer de los altramuces y en comiéndolos estaba llorando y echaba las cortezas de los altramuces en pos de sí. Y él, estando en este pesar, en esta cuita,sintiendo que estaba otro hombre en pos del comiendo las cortezas de los altramuces que él echaba en pos de sí.
Y, cuando aquello vio, el que comía los altramuces preguntó a aquel que comía las cortezas por qué hacía aquello. Y él dijo que supiese que fuera muy más rico que él, y que ahora había llegado a tan gran pobreza y en tal gran hambre que placía mucho cuando hallaba aquellas cortezas que él dejaba. Y , cuando esto vio, el que comía altramuces, consolóse, pues entendió que otro había más pobre que él. Y que había menos razón porque lo debía ser.


Gracias Javier Gil Castaño por contarnos tus vivencias.

Continuará....
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